viernes, julio 29, 2005

Parón vacacional (y "Ordet")

Ante la inminente llegada de unas apreciadas vacaciones, echo el cierre temporal a este blog, que nunca imaginé que tuviera tantas visitas ni que durara tanto. Desde aquí, agradecer a todos los que lo visitais y repasais mis apreciaciones sobre este milagro artístico que es el cine. Espero retomarlo a mi vuelta vacacional, y no niego una posible mini-actualización en algún momento de mi periplo veraniego. Por otro lado, se avista en el horizonte un proyecto más que interesante, en especial para todo buen asianófilo. Habrá novedades...

Por último, la falta de tiempo ha hecho que me fuera imposible redactar la última reseña con la que quería cerrar esta pequeña etapa, que versa sobre el largometraje "Ordet" (La palabra), dirigido por Carl Theodore Dreyer en 1954, y que he tenido la suerte (porque esto ha sido toda una suerte) de disfrutar en una copia restaurada, en V.O. y en una buena sala de cine, gracias a la encomiable iniciativa de Notro Films de reestrenar dos obras de este realizador nórdico.

A los que no hayais visto esta pelicula (aunque decir simplemente que es una película, sería menospreciarla), les digo que no pierdan otro segundo más de su vida y se lancen a por ella, ya sea en el cine, en DVD, gracias al P2P, como sea..."Ordet" es una maravilla, no creo que tenga palabras para describirla. Me faltan los adjetivos para explicar como un ser humano puede, a través del arte, llegar tan cerca de la perfección, y narrarnos un tema tan trascendental de manera tan sencilla y cotidiana. Más allá de ser una película religiosa (que no lo es, pero ni de lejos), "Ordet" es una disgresión sobre el amor, la vida, la muerte, la fe, y la existencia del hombre. Adentrándose en los terrenos de la religión de manera explícita, Dreyer sale totalmente a salvo, sin adoctrinar ni juzgar, simplemente...reflexionando.

Es curioso como, cuando se trata de un film de carácter religioso, las creencias de cada persona moldean la manera de juzgar cada película. Así, a aquellos que se vanaglorian de criticar al catolicismo y a la Iglesia les encanta "La última tentación de Cristo" de Martin Scorsese; los ateos se vuelven locos por "El evangelio según San Mateo" de P.P. Pasolini; y los más fervientes católicos se sienten abrumados ante "La pasión" de Mel Gibson. No es mi interés exponer cuales son mis creencias religiosas (los que me conoceis ya saben de que pie cojeo), simplemente quiero deciros que améis, que es lo realmente importante.

Como deja claro Dreyer en su obra maestra, el amor es la fuerza que todo lo mueve, y la base para cualquier creencia o no creencia; el amor es la verdadera fe. El que quiera que crea, y el que no, que no lo haga. Pero simplemente aprendamos a amar, porque en el amor es donde está el paraíso y donde todos resucitamos. Dreyer parece decir que hay que amar y creer como lo hace un niño, con su bondad, sin reservas, que es como se debe hacer. Ahí radica la clave. Amigos cinéfilos y cinéfagos, les pido que se acerquen a "Ordet" y comprueben, de una vez por todas, lo que es un verdadero Milagro Cinematográfico.



Un saludo, que pronto nos veremos.

3 comentarios:

Nabasu_Jiru dijo...

Que te lo pases bien en tus vacaciones, yo ahora tengo vacaciones "forzadas" pues me acaban de echar del curro xD...

Ya nos leeremos por aquí pronto.

Anónimo dijo...

No somos pocos los que pensamos que Dreyer es el mejor director de la historia.. y Ordet su mejor película. Una contundente lección de cine.

CarlosGonzalez dijo...

Hola roberto, accedo a tu blog sobre cine por medio de otros blogs, que me han llevado aquí.
Ordet es una de mis peliculas preferidas, la habré visto 3 o 4 veces. Desde el primer visionado me encantó y al dia siguiente la volvi a ver, acompañado.
Dreyer me parece un extraterrestre,su cine me encanta. Yo tambien tuve la suerte de ver, además de Ordet, Gertrud, Dies Irae, El amo de la casa, Vampyr.... uff, a cual mejor. Cada una diferente pero con una calidad que te envuelve y te deja sin capacidad de reacción, hundido en tu butaca.
Decir que Dreyer es el mejor director de todos los tiempos es aventurarse demasiado, sobretodo porque las comparaciones son odiosas, pero es GRANDE, GRANDE.
Saludos
Borromi