jueves, febrero 02, 2006

[Lost Cinema] "Víctima" (1961) de Basil Dearden: Laberintos emocionales



En ocasiones, es necesario recordar que este fascinante arte llamado cine, no se basa únicamente en la historia que se nos narra ni en los personajes que nos son presentados, sino también en la manera que tiene su creador de mostrarnos ese mundo. Al fin y al cabo, el cine, como artificio que es, necesita de un envoltorio sugerente que lo acompañe y que logre incentivar su discurso. Esta evidencia parece olvidarse con facilidad, sobre todo en ese género denominado como “social”, cuyo objetivo es mostrar de la manera más “realista” posible (y otra vez chocamos con la dichosa palabra) los vericuetos de la sociedad que compartimos. Un género que con frecuencia parece caer en un obligado desaliño formal, resumido en una despreocupación estilística que termina por dañar el resultado final.

Afortunadamente este no es el caso de Víctima (Victim, 1961), dirigida por el británico Basil Dearden, y sustancial película a descubrir. Enraizada en el movimiento del Free Cinema inglés (1), supone un magnífico ejercicio de imbricación entre la forma y el fondo, entre aquello que se cuenta y cómo se nos cuenta. Adoptando los ritmos vertiginosos del thriller, la tragedia personal del melodrama, o ciertos atisbos del cine negro (una investigación policial, la sombra de la extorsión), Víctima desarrolla una temática tan punzante y polémica como es la homosexualidad, pero alejada de las esferas más underground, y situándola en parte en los sectores high de Londres, donde la hipocresía y la impostura era territorio propicio para todo tipo de pasiones subrepticias. En su trama, un joven obrero se suicida, y su ex-amante, un abogado de prestigio, inicia junto a un amigo de aquel una investigación que les llevará hasta un grupo que chantajea a homosexuales.

Basil Dearden filma con notable rigor y elegancia la dramática situación del abogado Melville Farr (espléndidamente interpretado por Dirk Bogarde), con la ayuda de una magnífica fotografía en blanco y negro (la secuencia en la cual el abogado y su esposa discuten en la habitación podría formar parte perfectamente de un film de género de la RKO), pero también con un correcto distanciamiento emocional que le permite diseccionar el ambiente gay de la ciudad, y a toda la amplia gama de personajes que lo pueblan, haciéndonos partícipes de sus dudas morales. Todo ello a través de la estructura de un “whodunit”, que proporciona un marco genérico atractivo para la exposición del discurso. Porque lo realmente significativo de Víctima no radica en el descubrimiento de los chantajistas (torpemente mostrado, por otra parte) sino en las contradicciones que asaltan a sus protagonistas, o en la difícil y a la vez madura relación entre el abogado y su esposa. Quizás sea también ese referente genérico el que obstruya el desarrollo del film, algo rígido y artificial en ocasiones, y que cojea en particular con la presencia de ciertos secundarios que solo permiten que el realizador juegue más con el tema de las apariencias.

Pero inteligentemente, Basil Dearden apuesta por un final introspectivo, por la incertidumbre de un futuro incierto y ambiguo hacia su protagonista. Quizás otros hubieran apelado al espíritu de un mártir.

(1) Movimiento surgido en la Gran Bretaña de mediados y finales de los años cincuenta a la luz de otras corrientes cinematográficas como la Nouvelle Vague francesa, con el objetivo de reflejar en la pantalla a aquellos grupos más olvidados (p.e. el proletariado) y de recrear los conflictos sociales de la época.

Saludos

3 comentarios:

Tonio L. Alarcón dijo...

Gracias por tu (o vuestro) mensaje en mi blog... Es de agradecer ver que alguien lee lo que escribes, y no sólo el robot del Google. :p

Me he estado mirando tus críticas y están muy bien. Me iré pasando de vez en cuando a ver qué veo de interesante por aquí. ¡Felicidades, que el blog está muy bien!

Roberto A. O. dijo...

Gracias Tonio. Para ser sincero, hay que agradecer a Oskia, que fue la que nos dio la dirección de tu blog....y evidentemente había que leerlo, sobre todo para ver como te reconcilias con Rob Zombie en esa maravilla que es "Los renegados del diablo",y como te cargas "Princesas"...jejeje

Nos leemos profe..jaja

Saludos

Tonio L. Alarcón dijo...

Hombre, es que el que me diga que "Princesas" es mejor película que "Los renegados del diablo" es que confunde la velocidad con el tocino. ;)

El martes nos vemos otra vez por clase para darle caña al cine de géneros... ¡Un saludo!