viernes, septiembre 30, 2005

[Asian Connection] "Goodbye South, Goodbye" de Hou Hsiao-Hsien: Estatismo vital



Es siempre complicado acercarse a la obra de este director nacido en China, AUTOR con mayúsculas, y con una filmografía que abarca desde los 80 hasta nuestros días. Y más difícil es aún cuando uno se planta ante una película cualquiera, escogida al azar (o no, quien sabe) saltándose tendencias, corrientes o inquietudes de la obra del propio cineasta. "Goodbye South, Goodbye" fue rodada en 1996, entre medias de "Good men, good women" (considerada como el fin de una trilogía sobre la historia moderna de Taiwan) y "Flowers of Shangai", donde el director volvía su mirada al Shangai de finales de s. XIX en una historia marcadamente de época. De esta manera no sabría bien como insertarla en el discurso de Hou Hsiao-Hsien.

"Goodbye South, Goodbye" es un largometraje bastante libre, que carece de una narrativa clásica en el sentido de prólogo, nudo y desenlace, sino que maneja un orden cíclico, donde el final enlaza con el principio y donde sus personajes no paran de girar alrededor de la misma idea. Son tres los protagonistas sobre los que se desarrolla la película, tres desheredados que forman parte de un grupo de delincuentes: dos chicos, Gao y Flatty, y la chica, Pretzel. No hay trama alguna, el film deviene en una serie de set-pieces, sin conexión dramática, rodadas en general mediante el uso de planos-secuencia (muy habitual en el cine de Hou). Sus protagonistas podrían igualmente visitar al jefe de turno, comerciar con cerdos o irse de copas. Hou Hsiao-Hsien tampoco parece interesado en dotar a los diálogos de trascendencia o de cierta complejidad; la mayoría de ellos son banales, en el sentido de que no añaden nada a la narración pero sí nos permiten descifrar el carácter de quienes la pueblan.



"Goodbye South, Goodbye" se podría considerar más como una película de temas. Sus protagonistas se encuentran permanentemene aislados, inmóviles a pesar de los constantes viajes que realizan. Intentan planear un futuro pero se mantienen anclados en un presente enigmático. Gao se arrepiente de no poder cumplir las promesas de su padre pero tampoco hace nada por conseguirlas, tampoco se plantea aprender inglés para irse a Estados Unidos con su mujer. Es algo así como un "quiero y no puedo" al mismo tiempo.

Los encuadres que plantea Hou Hsiao-Hsien no son en ningún caso vacíos de contenido. En ellos los personajes no respiran, no se mueven, hablan pero no se desarrollan. Hou lo compensa con los travellings sonoros a lo largo de los trayectos en moto, tren o coche, desinhibidos, donde la libertad se hace patente y contrasta con el estatismo de los apartamentos, los bares y los locales. Estatismo que se explicita en el magnífico plano final de la película, donde el coche en que ambos viajan se queda encallado en una fosa. Hou Hsiao-Hsien es un tipo sincero...

"Goodbye South, Goodbye" es hipnótica, y también trascendente, aunque haya dicho que sus diálogos no lo son. De la misma manera que en "Chungking Express" Wong Kar-Wai convierte cada imagen en algo intemporal, Hou Hsiao-Hsien logra que cada gesto de cotidianeidad se eleve por encima de su propio carácter terrenal. Y por eso es tan buena "Goodbye South, Goodbye". Y por eso seguiré investigando su obra, aunque (y ahora que no me escucha nadie lo digo) me haya quedado dormido las dos veces que he intentado ver "Flowers of Shangai". Que me perdonen quienes tengan que hacerlo.

Un saludo

1 comentario:

idp dijo...

Donde puedo comprar todas estas peliculas?? En mi ciudad es impensado buscarlas. Hay alguna pagina de internet que las venda y las envíe?
Te agradezco la respuesta