domingo, julio 27, 2008

Fear Itself....capítulos 1, 2 y 3


Que duda cabe que Fear Itself ha arrancado con fuerza, quizás con menos gore de lo esperado, pero claro, ahora estamos en la NBC. Sus tres primeros capítulos son una buena muestra de los distintos derroteros por los que puede transitar el fantástico, y posiblemente a partir de ahí ya veremos variaciones de los mismos.

Breck Eisner abre el fuego haciendo lo único que sabe hacer: rodar sin calentarse mucho la cabeza. Así, The Sacrifice comienza como una serie B que recicla los decorados de la extraña Ravenous, continúa como una serie B a lo Jess Franco con tías buenas -muy vestidas, eso sí- y un engendro del demonio, y termina como una serie B con mini-twist final de mal rollo incluido. Pero en el fondo, lo más interesante sea su visión -que tiene mucho de azarosa- de las comunidades cerradas, así como el doble juego que contiene su propio título: un sacrificio que no se corresponde solamente con el que todos esperamos. Eso, o como bien afirma Tonio L. Alarcón, un Drácula y las mellizas versión far-west.....Tampoco es para comerse el tarro: The Sacrifice no posee más intención que hacer pasar un (mal) rato.

Muchas más intenciones posee Spooked, el capítulo dirigido por Brad Anderson y que entronca con una filmografía de individuos atormentados, tramas subjetivas que necesitan del género como catarsis del trauma. Pero más allá de ello, Spooked es una perversión cinéfila (Chinocudeiro dixit) que reflexiona de manera irónica sobre los arquetipos más rudos del cine de acción setentero, en particular sobre la figura del poli expeditivo al estilo Clint Eastwood. No es casualidad que el detective violento que encarna Eric Roberts tenga como nombre Harry, y se apellide Siegel. El trabajo de Anderson es una vivisección de los fantasmas del pasado, sí, pero sobre todo sienta en el diván metafílmico a uno de los iconos más polémicos que el "planeta cine" nos ha legado, lo abre en canal y luego lo fulmina. Ojito, pieza a reconsiderar.

Family Man es una furiosa lucha de egos: Ronny Yu es mejor teórico que director, y tanto Freddy vs Jason como, sobre todo, La novia de Chucky merecen sendos estudios en un futuro. Daniel Knauf ya se ganó el cielo con su prematuramente abortada Carnivale y ahora persiste con sus alegorías cristianas y sus conflictos familiares. Family Man parece querer ser una triste parábola religiosa, pero por otro lado quiere convertirse en una cínica visión de la familia. Knauf tira para lo serio: la culpa, la desesperación, el dolor; Yu para lo cachondo: la comida familiar y las visitas a la Iglesia. La cuerda se rompe y Family Man muere en su incertidumbre.

Saludos

miércoles, julio 23, 2008

Reencuentro(ssss)

Igualico, igualico....


La ventana indiscreta


Los Serrano, último episodio (desde min. 1:54)

Saludos

viernes, julio 18, 2008

Nos vamos a Valencia


Como ya sucedió el pasado mes de Abril con motivo de unas jornadas dedicadas a Satoshi Kon, volvemos a Valencia para charlar sobre Kikujiro, el verano, los pescaítos, el sexo, Dirigido, Cahiers, y lo que surja. Todo con motivo de las nuevas programaciones del Aula de Cine. Mañana por la noche, nos divertiremos........basta de una crítica aburrida.

Saludos

miércoles, julio 16, 2008

El "otro" cine invisible



O la confirmación de lo que algunos sabíamos: que Darren Lynn Bousman tiene más en la chistera de lo que parece.

Saludos

viernes, julio 11, 2008

Hancock




Hace escasas fechas hablaba con una persona sobre la fragilidad que provoca el hecho amoroso, sobre la desnudez emocional que conlleva el abrirte a otra persona. Curiosamente Hancock, uno de los blockbusters veraniegos que vienen para saciarnos con CGI, hip-hop de baratillo y escenas de acción, confirma nuestra teoría. El film de Peter Berg se revela finalmente como una interesante historia de pérdida y sacrificio, que explora la imposibilidad superheroica (pero en clave humana) de congeniar la vida personal y la vida moral, dejando claro que el problema más grande del Héroe radica en la enorme brecha que existe entre su Ello y su Super Yo.

Así, donde toda película del género acabaría -en ese cierre que pone fin al trayecto redentor del protagonista-, Hancock comienza, poniendo de relieve que la soledad puede convertirse en el arma más peligrosa del Héroe, y lo único que puede detener su "debería". Hancock, con toda su parafernalia cool, los chistes de Will Smith y su estética de super-producción no renuncia a la inteligencia de contar qué ocurre cuando nos enamoramos, qué se desata cuando perdemos el control (o los superpoderes) o cuando decidimos desterrar nuestra individualidad para compartirnos con otra persona. En definitiva, Hancock es una peli de superhéroes donde el único supervillano es el destino y donde la kriptonita, curiosamente, es el amor.

Y Oliveira apesta.

Saludos

domingo, julio 06, 2008

Deja Vu



Hollywood y el cine norteamericano en general han abordado ya los fantasmas del 11-S desde muchísimas perspectivas: grandes alegorías ficcionales, acercamientos realistas o derivas documentales; todas con diversos puntos de vista, desde lo crítico hasta lo elegíaco pasando por lo simplemente colateral. Pero puede que Deja Vu sea una de las piezas más significativas de esta ola, no tanto definitiva como precisamente eso, significativa y gloriosamente polisémica. Este extraordinario film -acaso el mejor de Tony Scott, y junto a El fuego de la venganza y Enemigo público, el más coherente en cuanto a su construcción fondo/forma- rastrea los desechos del Katrina para concedernos una suerte de exorcismo ficcional proyectado en una hermosa fantasía post-hitchcockiana de un doloroso acontecimiento colectivo.

Y es que a diferencia de Los cronocrímenes, cuyo acercamiento a los viajes en el tiempo obliga a que sólo pueda ser una película, Deja Vu es un film que pueden ser muchos, pero la opción escogida por Scott actúa como sutura emocional de un acontecimiento trágico. Deja Vu opera, no sólo con la posibilidad que los servicios de inteligencia no cumplieron con las expectativas aún teniendo pistas de que algo iba a suceder -como expresa de forma excepcional un segmento del film-, ni con la necesidad del duelo ante un hecho aparentemente inevitable, sino que parece decirnos que existe otro mundo posible en el que el 11-S no sucedió, y Norteamérica no varió su rumbo.

Quizás sea ésta la hipótesis maximalista de una película que también funciona a un nivel íntimo, y que precisamente nos repite lo anterior. Quizás todas las decisiones que tomamos en nuestra vida construyen líneas temporales paralelas que se viven sin plegarse. Quizás en el fondo no tengamos que arrepentirnos de nada, y toda decisión importante puede que genere una nueva vida, que es vivida de manera tan intensa como ésta y que nos sucede, nos precede e interacciona con las demás mediante el fenómeno del deja vu. Desde luego no es algo que funcione a largo plazo, pero pensar en ello puede ayudarnos a soportar heridas del presente, del momento.

Saludos

jueves, julio 03, 2008

Fear Itself........horror para el verano


Fear Itself es el nuevo run for cover de Mick Garris, empeñado en la heroica tarea de mantener vivo el legado del horror televisivo que ya apuntó tan buenas maneras con su fenecida Masters of Horror -cuya segunda temporada, bien revisada, oculta más sorpresas de lo que apreciamos en su momento-. El nuevo y humilde título -que parece una mezcla entre un comic de la EC y un film de episodios de la Amicus- ya no dispara tan alto como el proyecto anterior, rebajando la distancia entre nuestras expectativas y los resultados. Lo que no varía demasiado es el formato -ahora en la NBC- o la nómina de realizadores, aunque ahora también el guionista es la estrella, dada la participación de gente como Victor Salva, Steve Niles o Daniel Knauf. Entre los directores, repite el gran Stuart Gordon -que sigue compaginando lo camp con su trilogía de thrillers del subsuelo-, John Landis -cada vez más cómodo en la pequeña pantalla-, Ernest Dickerson -cuya revisión del vampiro en The V Word tenía más enjundia de lo que se dijo- y Brad Anderson -que puso el listón muy alto con Sounds Like-. Las nuevas incorporaciones prometen emociones muy guarras: Ronny Yu regresa al terror tras la patriótica Fearless; hay ganas de ver qué puede dar de sí Darren Lynn Bousman lejos de la saga Saw -y antes de presentar su bizarro musical ¿en Sitges?-; y habrá que comprobar qué pinta Mary Harron en este proyecto. Ella y Larry Fessenden -sustituyendo a Carpenter, arrghh- a priori nos colarán el horror concienciado, mientras Breck Eisner (Sahara) andará por ahí. Cualquier otra sorpresa será bienvenida, porque nosotros siempre nos quejamos de que no apuesten por James Wan, Eli Roth, James Gunn o algún japonés loco como Noboru Iguchi -no hay huevos, mirad lo que pasó con Miike-.

En fin, que Garris al menos se está ganando la etiqueta de infatigable freak del género -y con ello una futura aureola de culto con visos de retrospectiva casposa en Sitges-, evidenciando que si el talento no es lo tuyo, al menos ponle neuronas a tu afición. Fear Itself será recibida con ansias de calmar las tórridas noches veraniegas con algo de sangre y vísceras. Ahora que la estupenda Supernatural nos ha dejado durante un tiempo, nada mejor que 13 episodios sin hilo argumental que pensar ni seguir para saciar nuestra sed de género.

Saludos