Hace escasas fechas hablaba con una persona sobre la fragilidad que provoca el hecho amoroso, sobre la desnudez emocional que conlleva el abrirte a otra persona. Curiosamente Hancock, uno de los blockbusters veraniegos que vienen para saciarnos con CGI, hip-hop de baratillo y escenas de acción, confirma nuestra teoría. El film de Peter Berg se revela finalmente como una interesante historia de pérdida y sacrificio, que explora la imposibilidad superheroica (pero en clave humana) de congeniar la vida personal y la vida moral, dejando claro que el problema más grande del Héroe radica en la enorme brecha que existe entre su Ello y su Super Yo.
Así, donde toda película del género acabaría -en ese cierre que pone fin al trayecto redentor del protagonista-, Hancock comienza, poniendo de relieve que la soledad puede convertirse en el arma más peligrosa del Héroe, y lo único que puede detener su "debería". Hancock, con toda su parafernalia cool, los chistes de Will Smith y su estética de super-producción no renuncia a la inteligencia de contar qué ocurre cuando nos enamoramos, qué se desata cuando perdemos el control (o los superpoderes) o cuando decidimos desterrar nuestra individualidad para compartirnos con otra persona. En definitiva, Hancock es una peli de superhéroes donde el único supervillano es el destino y donde la kriptonita, curiosamente, es el amor.
Y Oliveira apesta.
Así, donde toda película del género acabaría -en ese cierre que pone fin al trayecto redentor del protagonista-, Hancock comienza, poniendo de relieve que la soledad puede convertirse en el arma más peligrosa del Héroe, y lo único que puede detener su "debería". Hancock, con toda su parafernalia cool, los chistes de Will Smith y su estética de super-producción no renuncia a la inteligencia de contar qué ocurre cuando nos enamoramos, qué se desata cuando perdemos el control (o los superpoderes) o cuando decidimos desterrar nuestra individualidad para compartirnos con otra persona. En definitiva, Hancock es una peli de superhéroes donde el único supervillano es el destino y donde la kriptonita, curiosamente, es el amor.
Y Oliveira apesta.
Saludos
14 comentarios:
Últimamente te veo muy blandito, tío. Como sigas así, vas a acabar como yo, disfrutando de cosas del tipo Perhaps Love, je je je...
"Blandito" en relación a Hancock, porque al pobre de Oliveira lo fríe. Yo lo que noto es un cierto ardor guerrero; de lo que más estimulante, por cierto.
Yo me guardo las balas para cuando se estrene el Doomsday de Neil Marshall...
Quizás Oliveira apesta, pero a mí me gusta su hedor (excepto cuando se vuelve un plasta, que también sucede...je).
Ante todo, buen rollo Roberto. Odio la crispación en el mundo de la crítica y en la vida en general.
Tonio, yo también disfruté con la muy blandengue Perhaps love. A ver que tal está este Hacncock!
Ehhh, Carles....¿por qué no nos guardamos las inferencias para cuando realmente hacen falta? te aseguro que cuando tenga una opinión hacia algún texto tuyo en particular te la haré llegar sin ningún tipo de cortapisas.....como espero que también sea al revés (y que conste que el de "Benny's Video" me gusta porque me parece muy bien escrito aunque discrepe de muchas de las opiniones vertidas en él......no tienes más que preguntarle a Sergio tras la "reunión" de anoche de Miradas).
La referencia es la que es, a Oliveira por su comentario, que me parece de lo más infantil. De todos modos, me reconozco amante de la crispación, eso sí, con rigor y con argumentos....no por "joder".
Maestro Bango, estoy con fuerzas, no lo dude usted.
Saludos
Nada, Roberto. Un completo malentendido. Disculpa. A veces eres tan visceral y esto de internet es tan inexacto que mis impresiones quizás son equivocadas.
A mi también me gustaría participar en esas "reuniones" de Miradas. Vivir en Barcelona es -en este caso- un pequeño problema que me impide intercambiar más opiniones con la redacción.
En cuanto a Oliveira, uso sus declaraciones porque creo que marcan la línea que sigue Haneke. Ambos se ponen un poco (o mucho)por encima del espectador. Pero no creo que sean tan infantiles como comentas...De todos modos, me alegro que te haya gustado el texto aunque no lo compartas del todo.
Saludos
PD: Acabo de leer tu artículo de Los Cronocrímenes y, sinceramente, me ha gustado mucho. Nunca jugué a ese videojuego que citas (yo era más de Monkey Island y Broken Sword), pero no me había planteado la película de Vigalondo así. Al final, tanto vicio de juventud servirá para algo...
Iba a hacer un chiste sobre lo de que estás con fuerzas, pero lo dejo para Salva, je je.
Day of the Tentacle es, si se me permite, la rehostia. Sólo por el gag de la dentadura de madera de George Washington, vale la pena todo el juego. Qué grandes aventuras gráficas parió LucasArts en la época.
La crítica de Los cronocrímenes, muy interesante, como siempre. A ver cómo sienta, eso sí, ese párrafo final.
Doy fe de que a Roberto le gustó tu texto, Carles, aunque no está demasiado de acuerdo con lo que dices. Lo que comentas, Tonio, de que Roberto está blandito, jeje, suena a ironía. Pero la verdad es que nos mola ese ardor guerrero tuyo, Roberto. Y que siga. Gran resurrección.
Hola Sergio (Vargas). Por una vez te ha tocado el papel de testimonio... Ya sabes que lo último que yo busco son malos rollos. ¡Y qué coño! La crítica sería muy aburrida sin luchadores como Roberto.
Nos vemos en Sitges.
No va por ahí, Sergio. Él sabe por dónde voy, pero me voy a dejar de mensajes crípticos que queda muy de grupo chupiguay.
Respecto al ardor guerrero de Roberto, ya le he dicho muchas veces a quién se parece cada vez más, ja ja ja. Y no menos veces le he dicho que sus textos cada vez me gustan más.
Tonio ¿A quién se parece cada vez más? ¿a Pumares?
Es bromita, superrolloguay, te lo juro por Snoopy, que se mueran los hombres g...
Lo que se habla en las sesiones de SingStar es secreto de sumario, Roberto and Brargas.
Usted siga así Don Roberto, estoy tan de acuerdo en lo de Hancock, más cerca del Miracleman de Alan Moore que de cualquier obviedad del cine superheroico, que no haría falta NI recomendarla.
Eso, echadme en cara vuestras sesiones de SingStar.
Hombre, Pumares tiene un punto Yoda, a lo mejor acepta a Roberto como padawan, ja ja ja...
Alvy, no he leído el "MiracleMan" de Moore así que me abstengo de opinar. Lo que sí tengo claro (y es en lo que no estoy de acuerdo con el texto de Noelio), es que "Hancock" no pretende rellenar un vacío en el terreno de las parodias de superhéroes (como ya afirmaste en Metacritic). Lo suyo es una visión alterna, con más o menos humor, pero consciente de la novedad de sus posibilidades.
¿Singstar? ¿Eso qué es?
Saludos
Me ha encantado tu análisis de la película. El film tiene un transfondo filosófico muy bueno pero, en mi opinión, no está bien aprovechado.
Cuando se descubre lo de la mujer del asesor que ayuda al protagonista pierde toda credibilidad...
Pues lo dicho, me ha encantado el blog, me pasaré próximamente.
Saludos.
www.humanoension.es
Publicar un comentario