miércoles, febrero 21, 2007

[El plano] "Los vikingos" (1958) de Richard Fleischer: El "otro" cine perdido



Dedicado a Sergio H., Salvador S. y Tonio L. A.

Es posible que tras diez intensos días de un festival de cine, tras casi cuarenta películas, escasas horas de sueño y comidas de circunstancias, pueda parecer un seppuku el acercarse a la Filmoteca para ver una película de “esas de toda la vida”, uno de esos largometrajes de vasto recorrido por las cadenas públicas: estamos hablando de Los vikingos (The Vikings. Richard Fleischer, 1958). Pero lo que pretendía ser una honorable culminación a una magnífica estancia, así como la apropiada despedida de un gran grupo de personas, se trocó en un reencuentro personal con una obra maestra memorable, un film “de los que ya no se hacen”. Hasta ese momento no eran pocas las veces que había disfrutado de Los vikingos en diversos pases televisivos, pero nunca la había visto con lo que habitualmente defino como conciencia cinematográfica, es decir, había visto Los vikingos pero nunca había pensado Los vikingos. Esto me supuso una doble satisfacción. Por un lado gocé con sus vitalistas imágenes, pasé a formar parte de ese júbilo que parece impregnar al film; y por otro, descubrí una historia terrible, oscura, perversamente sádica, lejana de la inocencia y ligereza que otros visionados me habían parecido decir.

Esto viene a cuento porque hoy en día cuando se habla de “cine perdido”, se hace alusión a ese cine olvidado, a esas películas de las que ya nadie habla…o también al cine que se extravió para siempre, a obras de Ozu, Ford, Kinugasa o Browning que se perdieron debido a (des)conocidas desgracias y que nunca podrán ser recuperadas. Pero no se hace referencia a “otro” cine perdido, quizás de manera más abstracta: a una forma de hacer películas que ya nunca volverá porque los tiempos han cambiado de forma irremediable; largometrajes que no se amedrentan al abrazar un determinado género porque saben que un género no entierra a una película, no sepulta una reflexión, no limita su trascendencia. Los vikingos forma parte de ese cine de aventuras que no tiene miedo de mostrarse como tal, que no le importa gritar que la aventura es el género por excelencia, aquel que desnuda al ser humano glorificando sus virtudes y revelando sus debilidades. Los vikingos es un cine que ya no existe porque hoy en día una película de aventuras parece que solo puede concebirse como un film venial, sin fondo, vacío de significado, como un circo de tres pistas que se limite a exponer los novísimos efectos especiales. Los vikingos, puede ser un grandioso entretenimiento, pero también es una áspera tragedia de raíz shakesperiana, una epopeya fatalista, una cruenta historia de odio entre consanguíneos.

Se plantea casi como una tarea imposible extraer no ya una secuencia, sino incluso un plano. Finalmente nos quedamos con la imagen de arriba, que ejemplifica la maestría de Richard Fleischer en el uso del formato Scope, no solo como un medio puramente artístico o esteticista, sino también narrativo. Ese plano pone de manifiesto varias cosas: la bellísima composición del encuadre, el trabajo con la profundidad de campo, y por último, la precisión y economía narrativa al usar un solo plano como herramienta de montaje. A la derecha, un grupo de drakkars se disponen a partir hacia las costas inglesas, mientras que a la izquierda la hechicera del clan lanza las runas para esclarecer su futuro, para profetizar su destino; una imagen que aúna la poesía, la épica, y en definitiva el cine. Y perdonen por el panegírico.

Saludos

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo, camarada.

Emocionado sigo.

Fleischer, al igual que Frankenheimer, merece más que una reivindicación.

Álvaro dijo...

Gran comentario sobre la película, aunque la alabas demasiado para mi gusto :)

Roberto A. O. dijo...

Soy consciente de ello amigo kesher, pero no pretendía otra cosa ;)

Saludos

Tonio L. Alarcón dijo...

Ah, pero ¿se puede alabar demasiado a Fleischer y este pedazo de peliculón? Como bien dices, Roberto, ya no se hacen películas como ésta.

Desde luego, lo mejor de Sitges, a pesar de ese pirado que batía palmas y lanzaba grititos de entusiasmo a mi lado durante toda la proyección.

Anónimo dijo...

Pues yo aún ni la he disfrutado en un pase televisivo ni con conciencia cinematográfica... De todas formas, hace cosa de un par de meses conseguí una copia en dvd.. a ver cuando me animo a verla, aunque de Fleischer tb tengo por ahi "El estrangulador de Rillington place" y la temática de ésta me tira mucho más...

K.Brohn dijo...

Tremenda película, me cuesta pensar que se pueda llegar a un exceso de alabanzas hacia ella. Y aquella sesión fue un excelente broche para unos días donde, curiosamente, lo mejor no fue el cine.

En BCN hemos tenido la fortuna de gozar de gran parte de la obra de Fleischer durante los primeros meses del año, entre la programación del Meliès y la Filmoteca. Ha sido un ciclo incompleto, se han dejado perlas como "Mandingo " o "Los nuevos centuriones", pero ha permitido ver como es debido el arte de un tipo que dominaba con maestría el formato y la fotografía (aunque alguna copia era de calidad mejorable).

La última que me he acerqué a ver fue "Barrabás", impresionante reflexión sobre la fe que, en sus típicos pases de Semana Santa debería ir siempre acompañada de un debate a manos de gente con la cabeza bien amueblada. Porque la peli da para hacerlo durante muchas semanas santas.

Afortunadamente, Fleischer está viviendo la reivindicación que merece.

Anónimo dijo...

Una película... mágica.

Y no se hable más. :)

Roberto A. O. dijo...

El próximo mes, la Filmoteca Madrileña programa un ciclo sobre Fleischer, aunque me imagino que se repetirán las películas que ya se pusieron en Barcelona. A ver si me acerco a ver unas cuantas pero reconozco que la Filmoteca me provoca un poco de urticaria...no sé, el ambiente, la gente...me siento muy incómodo cuando asisto a ver alguna película.

Joder Tonio...jejeje, que mítico aquel personaje que se sentó a tu lado.

Saludos

Pedro dijo...

Me he alegrado al ver la reseña a esta película.
Yo no quiero exagerar, pero para mí es una de las grandes, grandes, grandes de la historia. Va mucho más allá que una simple pelicula de aventuras. Los personajes están perfectamente definidos y Douglas dentro de su histrionismo nunca ha estado mejor (Espartaco quizás).
La pelea final es de una planificación perfecta y moderna, empleando el angular para empastar a los personajes con lo agreste del paisaje.
Bah, no me extiendo más.

El misionero dijo...

El estrangulador de Rillintong Place es una absoluta obra maestra como también lo es El estrangulador de Boston, Los vikingos y Barrabás. ¿Por qué entonces no se le considera un maestro?¿Será culpa de lo "cinefilamente correcto"?

El misionero dijo...

Donde dije Rillintong quería decir Rillington como habréis podido adivinar.

Roberto A. O. dijo...

Pues sí ahram, la planificación y el empleo del Scope (dificilísimo por cierto) en la pelea final es impresionante.

Y tiene el misionero mucha razón cuando habla sobre lo cinéfilamente correcto. El problema es que, no solo parece que algunos géneros siguen siendo considerados menores o directamente son desconsiderados, sino que también da la impresión que hablar sobre películas, digamos importantes merece más atención o denota más cultura o sapiencia que limitarse a reseñar un film de aventuras o de terror.

Saludos

Anónimo dijo...

Y, ya que estamos, de "Cuando el destino nos alcance" que opináis? que acabo de comprarla hoy en dvd a ciegas harto de no poder dar con ella por medios gratuitos (maldito ADSL inexistente!).

Ahm, y ya vi Apocalypto y me gustó :)

Anónimo dijo...

Pues has acertado comprándotela a ciegas, Freddy. Para mi gusto, es una película sensacional.

Roberto A. O. dijo...

Sin duda es una gran película!!!

Saludos

Anónimo dijo...

Me alegro entonces ^^, a ver si me monto un día una sesión doble o triple) de Fleischer y, ya que se le menciona más arriba, tb otra de Frankenheimer, que tengo por ahi "El Tren" y "Siete Días de Mayo" a la espera de encontrar un momento adecuado...

Anónimo dijo...

Magnífico plano para una estupenda película de un grandísimo director por fin reinvindicado: Fleischer.

Gracias por recordar este clasico del cine !

Saludos

El misionero dijo...

freddy, te aconsejo cuatriple sesión con El tren, Siete días de mayo, El mensajero del miedo y Plan Diabólico. No por este orden.

Anónimo dijo...

Si Frankenheimer y Fleischer eran unos grandes! Reivindicación bien merecida!!

Saludos