viernes, julio 06, 2007

[Retro] "El rey de Nueva York" (Abel Ferrara, 1990)



El malogrado cantante de rap y poeta Tupac Shakur nos legó en su día una frase que bien podía resumir los ajetreados años '90 de lucha de bandas y disturbios en los ghettos. Su mítica "Who Lives by the Gun, Dies by the Gun", que se convirtió en el lema de las pandillas juveniles poseídas por el espíritu del gangsta rap —cuyas crónicas fueron divulgadas por artistas como Mobb Deep, Dr. Dre, Wu-Tang Clan o Notorius B.I.G.—, parece embalsamar también la filosofía de El rey de Nueva York, quizás el viaje de ida de un Abel Ferrara que difícilmente ha encontrado la vuelta a esos submundos desgarrados de moral esquiva y poses perturbadoras —y acaso solo recuperadas en la posterior Teniente Corrupto—. El rey de Nueva York sirve así como película puente entre la etapa furiosamente underground del neoyorquino, plagada de films bastardos y difícilmente clasificables —cf. Ángel de venganza— y su progresivo amaestramiento que lo ha conducido a la castidad de planteamientos de dudosa metafísica —cf. Mary o The Addiction—. Y por ello en esta película se respira ese ambiente de suntuosa decadencia, de morbilidad ciertamente "viscontiana" por mucho que se desarrolle en una Nueva York resurgente pero ya extraña a los ojos de su protagonista, el inquietante Frank White, encarnado por un Christopher Walken que parece ensayar su futura composición en Ángeles y demonios.

De ahí que Ferrara filme con extrañeza y moderado esteticismo las pomposas estancias habitadas por unos gángsters en perpetuo cuelgue o las ostentosas reuniones sociales de la "nobleza", y las contraponga a unas calles semivacías, de aspecto turbador que profetizaban un nuevo "a change is gonna come" que cantaba Sam Cooke. Y entre esa "nueva Jerusalén" plagada por comerciantes que se reparten sus esquinas prostituyendo a adolescentes y explotando a sus semejantes, se eleva la figura casi crística, de regusto ascético pero en el fondo tremendamente desequilibrada de un Frank White que viene a impartir justicia y a hacer milagros con la Ley del Talión en una mano y el revólver en la otra. Una remodelación de la sempiterna crook story pasada por el filtro de un ciclotímico Jesús traicionado por su Judas, en esta reinterpretación demasiado apócrifa del cristianismo nada chocante si atendemos al tortuoso catolicismo con que Ferrara ha impregnado algunas de sus películas. En definitiva, un balón de nitroglicerina capaz de aunar el realismo de las calles con un "neogoticismo" de interiores, arropados por la visión totalmente descarnada de la violencia y el sexo, rebosante de amoralidad para una confusa redención que hoy por hoy todavía conserva un extraño hálito de misterio.

Saludos

5 comentarios:

BUDOKAN dijo...

Qué grande Ferrara en ése período con films realmente oscuros. Otra cara de la mafia. Muy buena película. Saludos!

Anónimo dijo...

La frase que has puesto de Tupac va como anillo al dedo para describir el microcosmos familiar que Ferrara propone en "El funeral". Es maravillosa la descripción que hace del ámbito familiar regido por el código de la mafia, y cómo ese código acaba siendo dinamitado ante el arrebato que supone la muerte de uno de los miembros de la familia y la búsqueda de la causa de ésta.
Tiendo a pensar que es la película más sórdida de Ferrara en tanto que plantea una imagen totalmente corrompida del estamento familiar e, incluso, extiende esa sombra de corrupción a través de personajes casi anecdóticos, como el del asesino del personaje de Vincent Gallo y los motivos por los que comete el asesinato.
El rey de Nueva York me gustó, pero tampoco tanto. Soy de la opinión que Ferrara dio lo mejor de sí en Teniente, The addiction y El funeral, aunque ya he leído que no parece gustarte mucho The addiction... :p

En fin, ya he vuelto a la actividad blogera!

Saludos!

Roberto A. O. dijo...

Mi recuerdo de "El funeral" es bastante difuso, no porque no me gustara la película sino porque la vi hace muchísimo tiempo y no la he vuelto a revisar desde antes. De todos modos, no deja de ser parte de ese Ferrara aséptico, que sin lugar dudas, me interesa menos que el anterior. Es lo que me ocurre con "The addiction", que me atrae por motivos distintos al film en sí.

Saludos

El misionero dijo...

The addiction es una de las películas que más recuerdo odiar. Tiene lo peor de la mala literatura, lo peor de la filosofía vana, lo peor de la metafísica de baratillo, lo peor del arte porelarte y, por supuesto, lo peor del cine por la cara bonita de los directores feos. Supera con creces (y heces) incluso a The blackout.

saludos alcoveroti

peliculas dijo...

Hola, esta pelicula para ver online en la web www.divxonline.info

Saludos,
Mayte