"PICK ME UP" (Larry Cohen)
Pick me up, dirigida por Larry Cohen, parecer ser una nueva puesta al día del fenómeno "monster-mash movies", ese invento de los estudios Universal cuando sus franquicias de monstruos clásicos comenzaron a perder "punch" entre el público. La manía de unir a Drácula con Frankenstein o con el Hombre Lobo derivó en la extinción de un género, que afortunadamente consiguió revitalizarse con la posterior intervención salvadora de Hammer Films. Ya en la actualidad, la jugada parece reinventarse a costa de engendros como Freddy vs Jason (Ronny Yu, 2003) o Alien vs. Predator (Paul W. S. Anderson, 2004), vuelta de tuerca de las respectivas franquicias, si bien no aseguro que haya sido del agrado de sus respectivos seguidores. Afortunadamente, Pick me up es bastante más divertida y cuenta con momentos más que interesantes en cuanto a la puesta en escena se refiere.
En un intento por abarcar todos los sectores del género del terror dentro de Masters of Horror, echábamos en falta ese retorno a las solitarias autopistas americanas, esos parajes de la América rural donde lo inhumano y lo salvaje se dan la mano. Y que mejor forma de regresar a tan añorado espacio que guiados por dos clásicos: el Camionero asesino y el Autoestopista sádico.
Pick me up nos introduce en el juego del gato y el ratón que mantienen ambos psicópatas en su intento por convertirse en el peor "serial-killer" de la América Profunda, junto a una inocente joven -la siempre morbosa Fairuza Balk- que intentará escapar de ambos. Desvencijados moteles de carretera, guiños a Psicosis y a La Matanza de Texas; el trabajo de Larry Cohen es, ante todo, un episodio multireferencial, que coquetea de forma irónica con las costuras del género, jugando con el espectador para ver si éste puede adelantarse a los acontecimientos. Bien narrada, no exenta de agradecidas cantidades de sangre y vísceras, quizás se excede en un cierre deliberadamente cómico, que recuerda a esos divertidos episodios de la serie Historias de la cripta. Olvidable, algo extensa, pero de gratificante visionado.
"HAECKEL'S TALE" (John McNaughton)
Otro de los perdidos para la causa, en este caso John McNaughton, firma un episodio que debió haber dirigido George A. Romero, y que dado el tono de la historia, hubiera resultado mucho mejor de lo que es. De hecho, Haeckel's Tale se podría haber subtitulado: "la imposibilidad de concebir un relato gótico tradicional". Porque es esto lo que realmente el espectador se pregunta tras el fin de la historia, cuestionándose la plasmación de una atmósfera que parece diluirse en este cine de la postmodernidad.
Haeckel's Tale posee todos los elementos que compondrían el mejor de los cuentos góticos, una historia que podría encajar perfectamente en la filmografía de un Terence Fisher, un Roger Corman, o un Mario Bava. Un caballo guiado por un desesperado joven se adentra en un frondoso bosque durante la lluviosa noche, accediendo finalmente a la morada de una pérfida nigromante. El joven, absorto en su locura tras la muerte repentina de su esposa, le pide a la vieja mujer que la traiga entre los muertos mediante el uso de sus poderes arcanos. Pero antes, él deberá escuchar la historia de Haeckel. Es aquí donde comienza un largo flashback que abarcará casi todo el relato; la historia de Haeckel, un joven médico con aspiraciones a Dr. Frankenstein, mezcla del Doctor de la novela de Mary Shelley por su inocente curiosidad científica, el Peter Cushing de la saga Hammer en su desafío "nietzschiano" al Creador, y un buen puñado de hormonas en estado de implosión. Así, lo que se inicia como la enésima revisión del mito del eterno Prometeo, se va desvinculando paulatinamente de los manidos clichés para abordar el género de zombies.
El problema de Haeckel's Tale radica principalmente en su falta de frescura, en cierto espíritu desgastado, que invita a reflexionar sobre si el terror gótico puede seguir contextualizándose en pleno siglo XIX, o debe integrarse en los tiempos que corren, como en la sensacional Sorum (Yun Jong-chan, 2001), que podría pasar por una personalísima adaptación de un relato de Poe en la Corea del nuevo milenio. Tampoco ayuda la impersonal dirección de McNaughton, que no le imprime apenas garra a su capítulo, cuyos méritos reposan sobre todo en el guión, o lo que es lo mismo, en la historia corta en la que se inspira, escrita por Clive Barker. Solo el enfermizo clímax, retorcido y trasgresor salvan a un producto que responde a las inquietudes de su director, es decir, a ninguna.
Saludos
Haeckel's Tale posee todos los elementos que compondrían el mejor de los cuentos góticos, una historia que podría encajar perfectamente en la filmografía de un Terence Fisher, un Roger Corman, o un Mario Bava. Un caballo guiado por un desesperado joven se adentra en un frondoso bosque durante la lluviosa noche, accediendo finalmente a la morada de una pérfida nigromante. El joven, absorto en su locura tras la muerte repentina de su esposa, le pide a la vieja mujer que la traiga entre los muertos mediante el uso de sus poderes arcanos. Pero antes, él deberá escuchar la historia de Haeckel. Es aquí donde comienza un largo flashback que abarcará casi todo el relato; la historia de Haeckel, un joven médico con aspiraciones a Dr. Frankenstein, mezcla del Doctor de la novela de Mary Shelley por su inocente curiosidad científica, el Peter Cushing de la saga Hammer en su desafío "nietzschiano" al Creador, y un buen puñado de hormonas en estado de implosión. Así, lo que se inicia como la enésima revisión del mito del eterno Prometeo, se va desvinculando paulatinamente de los manidos clichés para abordar el género de zombies.
El problema de Haeckel's Tale radica principalmente en su falta de frescura, en cierto espíritu desgastado, que invita a reflexionar sobre si el terror gótico puede seguir contextualizándose en pleno siglo XIX, o debe integrarse en los tiempos que corren, como en la sensacional Sorum (Yun Jong-chan, 2001), que podría pasar por una personalísima adaptación de un relato de Poe en la Corea del nuevo milenio. Tampoco ayuda la impersonal dirección de McNaughton, que no le imprime apenas garra a su capítulo, cuyos méritos reposan sobre todo en el guión, o lo que es lo mismo, en la historia corta en la que se inspira, escrita por Clive Barker. Solo el enfermizo clímax, retorcido y trasgresor salvan a un producto que responde a las inquietudes de su director, es decir, a ninguna.
Saludos
5 comentarios:
Pues me bajare estos dos episodios en breve, ya que son de los pocos que me faltan para completar la primera temporada. No pintan mal.
Tenía entendido que "Haeckel's Tale" la iba a dirigir Roger Corman (o al menos eso decían en Fangoria). En cuanto a Romero, sale en los créditos, pero no dice exactamente qué fue lo que hizo.
Ahora, lo cierto es que este episodio me gustó mucho.
El último de Miike ¿hay alguna forma de conseguirlo? Se censuró en USA y no lo encuentro.
Ya tengo la serie completa. Cuando la vea me leeré todas sus jugosas reseñas.
Se me olvidaba, quería hacer un comentario sobre esta frase que has lanzado hablando de "Haeckel's Tale":
"...Solo el enfermizo clímax, retorcido y trasgresor salvan a un producto que responde a las inquietudes de su director, es decir, a ninguna..."
Hombre, no seas tan duro con el McNaughton, que tampoco es un director menor. No olvides que suyo es es Clásico (con "C") llamado "Henry: Retrato de un asesino en serie".
Hombre Lobo, eso de vivir del pasado está bien hasta cierto punto, y McNaughton hizo "Henry", y se acabó. También Hooper tiene ese clásico que es "La matanza de Texas" y no por ello me corto al afirmar que su capítulo es el peor de toda la serie. Es necesario seguir haciendo méritos, ¿no crees?
"Haeckel's Tale" está rodada de forma tremendamente anodina, y es una historia que podría dar mucho más de sí. A mí no me disgustó, ni mucho menos, pero con ese comienzo esperaba algo más interesante. Por cierto, eso que comentas de la participación de Roger Corman hace más fuertes mis teorías: este episodio le habría venido como anillo al dedo.
Saludos
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